La terapia neural se fundamenta en inyectar pequeñas dosis de anestésicos, ya sea de manera subcutánea o en órganos internos, bajo la premisa de que eso tiene valor terapéutico.
¿Qué es?
La terapia neural es un tratamiento alternativo en el que se inyecta anestesia local (generalmente procaina) en ciertos lugares del cuerpo para tratar enfermedades o el dolor crónico. La idea principal sostenida por esta terapia es que hay ciertas interferencias en los circuitos nerviosos que son los responsables de algunas enfermedades, y que esas interferencias se pueden romper mediante inyecciones de baja intensidad de ciertos anestésicos.
¿Quién la inventó?
Esta terapia fue inventada en 1925 por Ferdinand Huneke, un cirujano alemán que utilizaba un medicamento recientemente lanzado al mercado que contenía procaina. Según su propio relato se saltó las recomendaciones del fármaco y se lo inyectó de manera intravenosa a su hermana para tratar las migrañas que padecía, curándola según su testimonio. Posteriormente utilizó el mismo procedimiento para tratar una gran variedad de dolencias.
¿Funciona esta terapia?
La terapia neural se basa en la idea de que un trauma físico puede producir alteraciones de larga duración en la función electroquímica de los tejidos. Para determinar dónde se inyectan las bajas dosis de anestésicos muchos terapeutas utilizan las llamadas pruebas de respuesta autónoma, que básicamente consisten en poner a prueba la fuerza muscular moviéndole los brazos y los dedos al paciente mientras le enseñan diapositivas. No obstante no existen evidencias de que esta forma de diagnóstico ni dicha terapia tenga valor alguno, ni de que sean ciertas sus bases teóricas, no encontrándose ningún beneficio real más allá del efecto placebo y catalogándola la Sociedad Americana del Cáncer como ineficaz para tratar cualquier enfermedad [1]. Además de todo esto hay muchos riesgos asociados a esta terapia y casos de daños a pacientes [2] [3], y por contra ninguna evidencia de valor terapéutico alguno. Además las inyecciones de procaina —tal cual propone esta terapia— han reportado casos de daños en los nervios, justo todo lo contrario de lo que supuestamente dice poder hacer dicha terapia [4].
Conclusiones
A pesar de la ausencia de evidencia científica a favor, de los daños a pacientes registrados y de que es catalogada por la comunidad medica como una terapia sin evidencia clínica, es una de las pseudoterapias más comunes en Alemania y Sudamérica, teniendo gran aceptación en algunos entornos sanitarios. Esta pseudoterapia no funciona y carece de estudios clínicos amplios para verificar si además es perjudicial para la salud, aunque muchos indicios y reportes de casos individuales parecen indicar que podría tener serios efectos adversos. Por lo tanto, al no reportar evidencias científicas a favor y haber casos de daños a pacientes, podemos concluir que esta terapia no es efectiva y ademas es potencialmente peligrosa para la salud.
Texto escrito por Fernando Cervera Rodríguez, licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia y Máster en aproximaciones moleculares a las ciencias de la salud.
[1] Neural therapy». American Cancer Society. boletin del uno de noviembre del 2008.
[2] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/223341
[3] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10718090
[4] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/133019