El psicoanálisis fue creado por Sigmund Freud a principios del siglo XX
¿Qué es?
El psicoanálisis (1) es una aproximación filosófica al estudio de la mente humana que nunca se ha comportado como un programa de investigación científica (2). Supone tanto un modelo del funcionamiento de la mente, como una supuesta psicoterapia basada en ese modelo y un método de estudio en humanidades (3). En relación a su estatus pseudoterapéutico, conviene analizar tanto el modelo como la terapia que propone.
El psicoanálisis parte de la base de que tenemos un consciente, un preconsciente y un inconsciente. A partír de ahí, postula que la identidad se divide en tres estratos diferentes: el Yo, el Ello y el Superyó. El Ello es plenamente inconsciente y consiste en una serie de ‘pulsiones’ y complejos innatos. El Superyó sería la educación y el sistema moral, que reprime al Ello. Y el Yo es el Ello pasado por el filtro del Superyó, que es la cara que enseñamos al mundo, incluídos a nosotros mismos. El psicoanálisis postula que el orígen de la enfermedad mental es puramente emocional, y surge, ya sea como neurosis o histerias, de la represión a la que es sometido el Ello. Así, el Yo se niega a aceptar determinados hechos traumáticos y determinadas pulsiones, reprimiéndolos como mecanismo de defensa a través del Superyó o disociándose, incluso en muchas personalidades (4).
La terapia psicoanalítica pretende ser una indagación profunda en el Ello inconscience para desentrañar el origen del trastorno mental. De este modo, tras un proceso de catarsis, transferencia y asociación libre continuada —que se puede complementar con hipnosis, análisis de sueños e incluso con pentotal sódico—, se conseguiría la curación.
La terapia psicoanalítica clásica es de larga duración sobrepasando en ocasiones la década. Actualmente se ha desarrollado una forma más corta y menos profunda, llamaba ‘terapia psicodinámica’, que combina algunos principios psicoanalíticos con técnicas que no eran empleadas por la corriente clásica. Aunque la base de la terapia es la misma (5).
¿Quién la creó?
Fue creada por Sigmund Freud a principios del siglo XX (6), sobre la base del método hipnótico de Charcot y del método catártico de Breuer. Freud desarrolló toda la teoría psicoanalítica bajo el más absoluto dogmatismo, sobre la base de sus experiencias e interpretaciones personales, y negándose en todo momento a someter sus ideas a la contrastación empírica. Esta actitud también ha sido sostenida por sus seguidores y por las múltiples escuelas de psicoanálisis que tenemos en la actualidad, todas ellas encabezadas por diversos autores que decidieron modificar ligeramente los principios de Freud movidos por disputas internas y nunca por evidencia científica.
¿Funciona realmente?
Como modelo del funcionamiento de la mente ha sido ampliamente refutado en multitud de ocasiones (7)(8)(9)(10)(11). La teoría contiene carencias lógicas que hacen que algunos de sus postulados sean imposibles de falsar —si tienes el complejo de Edipo entonces presentarás los síntomas, pero si no los presentas también lo tienes pero los estás reprimiendo. También ha sido ampliamente refutado por la investigación científica, especialmente por la neurociencia y la psicología. Sabemos que la neurosis y la histeria son trastornos que ya no se consideran válidos, que la disociación psicoanalítica no existe tampoco como trastorno (12)(13), que el complejo de Edipo es evolutivamente inviable, que los recuerdos reprimidos tampoco existen (14)(15), que el desarrollo sexual de los niños que proponen no se sustenta ante la evidencia, y así un largo etcétera.
El psicoanálisis nunca ha demostrado eficacia real para ningún trastorno en absolutamente ningún protocolo experimental serio, más allá de evidencia contradictoria o espuria (16)(17). De hecho, se ha mostrado como contraproducente en muchos casos dado que se trata de una de las formas de pseudopsicoterapia con más peligros de sugestión inducida por el psicoanalista y generación de falsos recuerdos (18). También es peligroso debido a la evasión del tratamiento, habiendo casos documentados incluso desde Freud (19).
En el caso de la terapia psicodinámica, sólo alcanza un nivel ligeramente por encima del placebo para algunos trastornos como la depresión (20). Aunque hay que tener en cuenta que en todos estos casos establecer la barrera del placebo es especialmente complejo y muchas otras psicoterapias de dudosa eficacia están a la par con la psicodinámica —siendo la cognitiva conductual aquella que consigue mejores resultados en prácticamente todos los trastornos.
Conclusión
Existe una lamentable tendencia social de confundir al psicoanalisis con la psicología, o a considerar que es una rama válida de la psicología contemporánea. Ello no es verdad en absoluto. El psicoanálisis es una visión puramente filosófica, totalmente ajena a la ciencia, que actualmente es rechazada por la comunidad científica. Como terapia nunca ha sido validada, con lo cual constituye claramente una pseudoterapia.
Texto realizado por Angelo Fasce, filósofo de la ciencia, máster en Neurociencia Básicas y Aplicadas y doctorando dentro del área de los criterios de demarcación científica.
Referencias
(1) http://www.simplypsychology.org/psychoanalysis.html
(2) Storr, A. (2001) Why psychoanalysis is not a science, Blakemore & Greenfield.
(3) Laplanche, Jean; Pontalis, Jean-Bertrand (1996) Diccionario de psicoanálisis, Buenos Aires: Paidós
(4) Langs, R. (2010) Freud on a Precipice: How Freud’s Fate Pushed Psychoanalysis Over the Edge, Plymouth: Jason Aronson.
(5)Lledó, J. L. La exploración psicodinámica en salud mental, Editorial Club Universitario.
(6) https://es.wikipedia.org/wiki/Psicoan%C3%A1lisis#Historia_del_psicoan.C3.A1lisis
(7) Grünbaum, A. (1985) The Foundations of Psychoanalysis, University of California Press.
(8) Clavel, F. (2004) “Las críticas de Popper al Psicoanálisis”, Signos Filosóficos, 6 (11).
(9) Meyer, C. (2005) The Black Book of Psychanalysis: To Live, Think and Feel Better Without Freud, Paris: Les Arènes.
(10) Meyer, S. (2012) “Psychopathology of everyday life: A critical review of Dr. Sigmund Freud’s Theories”, The Journal of Abnormal Psychology, Vol 11(1), 23-47.
(11) Santamaría, C.; Fumero, A. (2008) El psicoanálisis, ¡vaya timo!, Laetoli.
(12) http://www.personalityresearch.org/papers/cherry2.html
(14) McNally, R.J. (2004). “The Science and Folklore of Traumatic Amnesia”. Clinical Psychology Science and Practice 11 (1): 29-33.
(15) Loftus, E. (1994)The Myth of Repressed Memory, St. Martin’s Press.
(16) de Maat, S. (2013) “The current state of the empirical evidence for psychoanalysis: a meta-analytic approach”, Harv Rev Psychiatry, May-Jun; 21(3): 107-37
(17) Smit, Y. (2012) The effectiveness of long-term psychoanalytic psychotherapy–a meta-analysis of randomized controlled trials, Clin Psychol Rev, Mar; 32(2): 81-92.
(18) http://studysites.sagepub.com/personalitytheoriesstudy/05/resources2.htm
(19) Santamaría, C.; Fumero, A. (2008) El psicoanálisis, ¡vaya timo!, Laetoli.
(20) Smith, Glass, and Miller (1980) The benefits of psychotherapy, Baltimore: The Johns Hopkins University Press.