Posturología

¿Qué es?

Según Gori y Firenzuoli, el nombre «posturología se ha usado en la medicina complementaria para definir la disciplina que estudia la relación de la postura y varias patologías, sobre todo el dolor crónico. Se recomienda con cada vez más frecuencia como un sistema diagnóstico-terapéutico para el tratamiento de problemas crónicos» [1].

¿Quién la invento?

Empezó en Francia, en los 1960, con el neurofisiólogo Jean-Bernard Baron. Sus ideas luego fueron desarolladas por el doctor Pierre-Marie Gagey. Según sus practicantes, la posturología clínica «es la aplicación de esta ciencia sobre los pacientes que sufren diferentes problemas relacionadas con disfunciones de la postura» [2].

¿Funciona realmente? 

Según los posturologos, hay una gran variedad de síntomas que son resultado de un desequilibrio postural, tales como lumbalgia, cervicalgia, mareos, fatiga, etc [3].

Algunos de los problemas supuestamente diagnosticados por los postugólogos incluyen la lumbalgia crónica, ciática recurrente, hernias discales, gonalgia, coxalgia , dolor cervical con tortícolis recurrente, dolor persistente después de la colocación de una prótesis articular, dislexia, disfagia, tendinopatías recurrentes, vertigo postural, espolones calcáneos, neuromas de Morton, fascitis plantar, etc. [3]. A pesar de que se ha descrito ya hace muchos años, no se puede encontrar evidencia que relacione los problemas mencionados antes con la postura [1].

Se habla del Síndrome de Deficiencia Postural (en inglés: Postural Deficiency Syndrome), primero descrito por doctor da Cunha en 1979 [3]. Dicho síndrome ocurre cuando:

1- El paciente se siente mal estando de pie: se tambalea o experimenta dolor en esta posición.

2- El estabilómetro revela un control anormal de las oscilaciones posturales.

3- La examinación clínica revela una simetría anormal del tono de la musculatura postural.

Para hacer un analisis postural, los posturologos realizan varios test, entre cuales se pueden encontrar:

A. El test de los rotadores de cadera [4], que se utiliza «para distinguir si el síndrome postural es ascendente, descendiente, psicoemocional o visceral». Consiste en rotar medialmente los tobillos del paciente que se encuentra en supino y observar cual de los lados presenta más tono. Luego, dependiendo del lado más tenso, se pide al paciente que coloque la mano de este mismo lado en el hombro opuesto, y se vuelve a volver a testar. El siguiente paso consiste en retirar la mano y poner la contraria detrás de la nuca para volver a testar a continuación. En función de los resultados obtenidos, se decide sobre el supuesto origen de la lesión que está causando el desequilibrio. Pero, cuando se realiza una búsqueda de literatura científica para ver si de verdad funciona, no se observan artículos que corroboren su validez ni el mecanísmo por el cual los músculos rotadores de la cadera pueden indicar la presencia de una lesión en otra parte del cuerpo. Curiosamente, hay un artículo en la página de la Asociación para el Desarollo y la Aplicación de la Posturología en el cual se describe como los propios desarolladores del test no eran capaces de validarlo [5].

B. Vertical de Barré [6]. Es una prueba que también se utiliza en otras disciplinas. Se realiza con el paciente de pie. Consiste en colocar una plomada a lo largo de una línea virtual que pasa por el occipital, las vértebras C7 y L3, el pliegue interglúteo y el punto medio entre los maleolos del paciente (que supuestamente tienen que estar alineados en una «postura fisiológica»). En posturología se observan las desviaciones para poder determinar si hay un síndrome «ascendente, descendente, mixto o disarmónico» y así, supuestamente, llegar al origen del desequilibrio. Sin embargo, existe evidencia de que la posición de la columna no influye en el dolor [7 y 8], invalidez [9], osteopenia [9] y que existe una variación normal bastante amplia de su curvatura [10].

C. Otros tests ortopédicos [11] como el test de Schober, test de Lasegue, el test de Downing, etc.

D. El estabilómetro, que es «un dispositivo ampliamente utilizado para la evaluación de trastornos de equilibrio» (1). Éste carece de evidencia científica en cuanto a su fiablidad como método diagnóstico para trastornos que no sean de origen neurológico. Así pues, «no hay suficiente evidencia de que es confiable en la medición de pequeñas alteraciones posturales. Incluso sucede que sujetos sanos cuando se hacen pruebas repetidas, tienden a mejorar cada vez su resultado, porque ellos «aprenden» a hacer más estable la postura durante la prueba, lo que conlleva a un riesgo no despreciable de falsos negativos» (1).

Conclusión:

Hay  poca evidencia científica  para el uso de la posturología como método diagnóstico-terapéutico. Se puede decir que  podría usarse para patologizar la postura y atribuirle ser la causa de varios problemas que, en la mayoría de las veces, no tienen ninguna relación con ella.

Referencias:

[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15844769

[2] https://usaposturology.com/

[3] https://www.posturopole.fr/posturology/

[4] https://www.posturafacile.it/2015/01/test-dei-rotatori-dellanca/

[5] http://ada-posturologie.fr/MystereRotateurs-a.htm

[6] https://www.posturafacile.it/2013/03/verticale-di-barre/

[7] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2213543/

[8] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27475532

[9] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8148573

[10] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8133194

[11] https://www.posturafacile.it/categoria/test-funzionali/

Share This: