La iriogenética afirma, entre otras cosas, poder diagnosticar en función del color de los ojos
¿Qué es?
La iriogenética es conocida como la ciencia que estudia los “genes de la salud”. Para sus practicantes, es capaz de diagnosticar el estado de salud del individuo mediante la observación del color del iris. Postula que, mientras más claro será el iris del ojo, mejor genética, y que el cuerpo tiene la capacidad de sanarse si se le dan los aminoácidos correctos.
¿Quién la creó?
El origen de esta pseudoterapia radica en Miguel Vera Bascur, conocido por el nombre de Doctor Dencil. Tuvo durante un tiempo su propia consulta médica en un pueblo Chileno. Autoproclamado inventor de la iriogenética, afirmó en un conocido programa de televisión ser capaz de curar el cáncer, el sida y la homosexualidad, mirando el color del iris del ojo y tratando con los aminoácidos adecuados [1]. El Doctor Dencil fue detenido en Chile por ejercicio ilegal de la profesión médica ya que nunca llegó a terminar la carrera de medicina [2].
¿Funciona realmente?
Conocidos los orígenes de esta pseudoterapia podemos analizarla de una manera más técnica. Como se menciona anteriormente, uno de los postulados de esta pseudoterapia es el diagnóstico del estado de salud del individuo mediante la observación del color del iris. ¿Tiene esto base científica? ¿Qué determina el color del iris? Por supuesto que no existe ningún escrito ni estudio con base científica donde se relacione la interrelación entre el color de ojos y la salud de un individuo. Durante años se intentó explicar cómo se hereda el color de ojos y se descubrió que tenemos un grupo de genes que se encargan de crear diferentes pigmentos, cada uno los de un color, y que es la mezcla de estos los que dan lugar al color de ojos [3]. La regulación de este proceso no atiende al estado de salud del individuo ya que, de otra manera, experimentaríamos cambios en el color de ojos a lo largo de nuestra vida en función de la salud.
El siguiente punto a tratar es la asociación de ojos claros igual a mejor salud. Correlación no implica causalidad [4] [5] [6], es decir, que aunque aparentemente dos fenómenos siempre ocurran a la vez no significa que uno de ellos esté causado por el otro, aunque de todas maneras no existe ninguna correlación entre un buen estado de salud y los ojos azules. Las diferentes tonalidades del iris ocular han surgido por adaptación a factores ambientales. Por otro lado, Miguel Vera Bascur afirma de manera rotunda la posesión de la cura contra enfermedades tan trascendentales como son el sida y el cáncer (sabiendo que la homosexualidad no es una enfermedad), lo cual no debería hacerse sin pruebas científicas que lo avalen.
Entre la gran cantidad de conceptos erróneos que presenta esta pseudoterapia encontramos la teoría de que los aminoácidos pueden curar una enfermedad, ya que la gran mayoría de enfermedades no tienen ninguna relación con estos compuestos químicos. Por otro lado los practicantes de la iriogenética afirman que existe un gen que determina el sexo del individuo, cosa que no es cierta ya que el sexo viene determinado por una gran cantidad de genes presentes en los cromosomas sexuales (conocidos como X e Y).
Conclusión
Como conclusión del tema en cuestión, destacar que no existe ningún aval científico que apoye a esta pseudoterapia y sus postulados están en contraposición con todos los conocimientos acumulados por la genética. De manera indirecta puede llegar a causar grandes daños, ya que las personas que eligen esta pseudoterapia corren el riesgo de padecer complicaciones en su enfermedad o de abandonar sus terapias médicas.
Texto escrito por Carlos Cáceres Moreno, licenciado en ciencias biológicas por la Universidad de Málaga, máster en estadística aplicada por la UNED. Actualmente se encuentra haciendo su doctorado en el Shanghai centre for plant stress biology.
Referencias:
[1] https://www.youtube.com/watch?v=GjSxrYNCo7U
[3]http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0168952504001593#
[4]http://gaussianos.com/hay-que-decirlo-mas-correlacion-implica-causalidad/
[5]http://naukas.com/2012/08/01/correlacion-no-implica-causalidad/