Max Gerson, en su libro A cáncer therapy, afirmó poder curar el cáncer con una dieta vegetariana, enemas de café y suplementos alimenticios.
¿Qué es?
La terapia Gerson es una dieta compleja acompañada de otras medidas, como por ejemplo los suplementos vitamínicos o la realización de enemas con café —procedimiento de introducir líquidos en el recto y el colon a través del ano—. Los defensores de esta terapia afirman que tiene valor para tratar el cáncer y otras enfermedades degenerativas. Consiste en una dieta especializada para desintoxicar el cuerpo y reconstruir el sistema inmunológico, para lo cual afirman que se requiere de la adición de suplementos de vitaminas, enemas y la adición de minerales para ayudar en esos procesos [1,2]
¿Quién la inventó?
La terapia se llama así por su creador, Max Gerson, un médico alemán que emigró a los Estados Unidos y comenzó a practicar la medicina en la ciudad de Nueva York en 1938. Gerson sufría migrañas e intentó curarlas mediante una dieta vegetariana. Después de afirmar que tuvo éxito también dijo que había curado mediante su dieta a otros pacientes de diversas dolencias, como por ejemplo el lupus vulgaris (una infección cutánea grave ocasionada por la bacteria que produce la tuberculosis). Después de estos eventos y tras quince años utilizando su terapia, anunció que su dieta además era efectiva para el tratamiento del cáncer (incluso para casos avanzados)[1] [3][4] [5].
Gerson afirmaba que sus métodos ayudaban a la reducción del uso de enzimas pancreáticas, lo cual según él ayudaría a convertir los alimentos en nutrientes utilizables; esto estabilizaría las necesidades nutricionales del cuerpo y entonces ocurriría el proceso de desintoxicación. Como según Gerson las toxinas eran la causa de una gran cantidad de enfermedades, este proceso curaría los trastornos tratados.
¿Funciona realmente?
Las bases sobre las cuales se asienta la terapia de Gerson son falsas. En primer lugar la gran mayoría de enfermedades que dice poder curar no se producen por acumulación de toxinas. Por ejemplo los diferentes tipos de cáncer se producen por una acumulación de mutaciones en genes que controlan el ciclo celular, lo cual a priori no tendría relación con la acumulación de toxinas en el individuo [6], [7], [8], [9]. Hablando de manera más general las enfermedades son multifactoriales, es decir, no existe una causa única que se pueda explicar a todas y cada una de ellas, y muchos menos la acumulación de toxinas es la base de todas las enfermedades que apuntó Gerson. Hay veces en que una infección bacteriana o vírica podría explicar una enfermedad, pero también hay causas ligadas al estilo de vida, la genética, el ambiente, el estado de ánimo y muchos otros factores. Todas estas variables cambian en función de la enfermedad y la terapia de Gerson simplifica sin pruebas reales una cuestión tremendamente compleja.
La controversia acerca de la eficacia de la terapia Gerson continuó durante décadas. En 1946 y 1949, dos artículos en la revista de la Journal of the American Medical Association llegaron a la conclusión de que el tratamiento no tenía ningún valor [10], [11]. El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) revisó los datos de Gerson y concluyó que en la mayoría de los casos publicitados no se cumplían los criterios básicos para la evaluación de beneficio clínico y que los datos no demostraron beneficio alguno [11]. En 1972 la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) publicó una declaración que resumía las evaluaciones negativas del tratamiento de Gerson [12]. Otra declaración publicada por la ACS en 1991 exponía la existencia de «terapias metabólicas» (definidas como tratamientos que dependen del cambio del metabolismo a través de la dieta, enemas y suplementos minerales) haciendo hincapié en la falta de evidencia científica sobre el tratamiento de Gerson [13]. Para finalizar es importante comentar que no hay ninguna evidencia de que los métodos de Gerson tengan ninguna utilidad para eliminar toxinas.
Por otro lado multitud de efectos adversos han sido ligados a este tratamiento. Los informes clínicos de casos perjudiciales para la salud asociados con enemas de café han levantado sospechas contra estas prácticas y aumentan la preocupación acerca de su uso. En la literatura científica tenemos múltiples ejemplos de muertes que parecen estar relacionados con los enemas de café y la terapia Gerson [14] [15].
Conclusión
La terapia Gerson (también conocida como dieta Gerson) no solo no presenta ninguna evidencia de su validez, sino que todos los estudios médicos realizados concuerdan en que puede resultar perjudicial para la salud, máxime si se tiene en cuenta que es aplicada sobre personas ya enfermas que, en muchos casos, pueden estar débiles. Es por ello por lo que la terapia Gerson no solamente no funciona, sino que además es peligrosa.
Texto escrito por Fernando Cervera Rodríguez, licenciado en Ciencias Biológicas y máster en Aproximaciones moleculares en ciencias de la salud por la Universidad de Valencia.
Referencias
[6] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17519804
[7] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26444865
[8] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26411543
[9] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26390734
[10] Gerson’s cancer treatment. JAMA 132 (11): 645-6, 1946.
[15] Eisele JW, Reay DT: Deaths related to coffee enemas. JAMA 244 (14): 1608-9, 1980.