PNL (Programación neurolingüística)

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La programación neurolingüística afirma, entre otras cosas, poder tratar multitud de trastornos.

¿Qué es?

La programación neurolingüística (PNL) (1) son una serie de ideas y técnicas de tipo filosófico-pseudopsicológico que tienen como fin la autorrealización personal (2) y la superación de trastornos mentales. En este sentido, se oferta para cuestiones como liderazgo, bonanza económica o seducción, y también para una enorme cantidad de trastornos entre los que se incluyen drogodependencias, depresiones, abusos sexuales o trastornos de la personalidad, entre otros (3); normalmente con la afirmación grandilocuente de que una o dos sesiones bastan para superar casi cualquiera de estos problemas.

La PNL es una de las pseudociencias psicológicas más extremas en sus afirmaciones, basando su teoría en 4 ideas básicas (4):

1) El ser humano genera representaciones subjetivas del mundo, independientes de la realidad y a través de las cuales se relaciona con ella.

2) El cerebro es un ordenador, y todos los cerebros son iguales en sus capacidades. Lo que cambia entre un cerebro y otro es meramente el software, la programación que se le instale.

3) El software se instala mediante el lenguaje que utilicemos, que determina en su totalidad la forma en la que percibiremos y nos relacionaremos con el mundo.

4) Dependiendo del lenguaje que utilicemos nuestra realidad será una u otra, propiciando nuestro éxito y nuestra salud.

A raíz de estas ideas clasifican a las personas según qué sentidos tengan dominancia en sus percepciones del mundo en kinestésicas, visuales y auditivas (5). De este modo, los defensores de la PNL desarrollan diversas técnicas (6) para cambiar nuestro lenguaje, cambiando así nuestras representaciones e influyendo en la realidad para que nos sea más propicia y superemos determinados trastornos mentales. Para todo ello emplean lo que denominan ‘metamodelo’ (7), que son una serie de preguntas y respuestas predeterminadas.

Cabe decir, de todos modos, que la PNL es una de las pseudociencias psicológicas que más se entremezcla con otras, con lo cual a veces es posible encontrar diferencias notables entre lo que hacen sus adeptos. En la actualidad se relaciona íntimamente con el coaching, la psicología positiva más extremista, la falsa “ley de la atracción” y con los defensores del origen emocional de las enfermedades. Nótese, además, que el uso del prefijo ‘neuro-‘ es más bien una técnica que marketing, dado que su empleo no se fundamenta en este caso al no haber alusión alguna al sistema nervioso en la PNL (8).

¿Quién la creó?

Fue creada por el matemático Richard Blander y el estudiante de filología John Grinder en los 70′, sobre la base de las ideas de varios filósofos posmodernos y lingüísticas, aunque en muchos casos distorsionando sus ideas de forma muy clara. La PNL está estrechamente vinculada con la New Age (9)(10) y con el movimiento del potencial humano.

¿Funciona realmente?

Se trata de una de las pseudociencias psicológicas más refutadas, al haber una cantidad ingente de estudios que se han encargado de desmentir casi todas sus afirmaciones (11)(12)(13). Incluso sus ideas más básicas han sido descartadas, como el sistema de clasificación por preferencias sensoriales (19) o la visión del cerebro humano como un ordenador estandarizado sin diferencias entre sujetos. Actualmente es considerado una cuasi-religión con gran peligro de sectarización (14)(15). Como psicoterapia adopta a veces el nombre de ‘psicoterapia neurolingüística’, y no ha demostrado efectividad alguna para ningún trastorno existente; además, suele caer en la práctica inmoral de anunciar la sanación de trastornos como la esquizofrenia (16)(17), el autismo (18) o la depresión, incluso la mayor.

Conclusión

La PNL es una de las pseudociencias psicológicas más sofisticadas y extendidas, y, a su vez, una de las más profusamente refutadas y peligrosas.

Texto realizado por Angelo Fasce, filósofo de la ciencia, máster en Neurociencia Básicas y Aplicadas y doctorando dentro del área de los criterios de demarcación científica.

1) http://skepdic.com/neurolin.html

2) http://programacionneurolinguisticahoy.com/

3) http://www.neurocodepnl.com/servicios/terapia-con-programacion-neurolinguistica/

4) Jaruffe & Pomares (2011). «Programación neurolingüística . ¿Realidad o mito en Psicología y Ciencias Cognitivas?». Revista de la Facultad de Ciencias de la Salud (Universidad del Magdalena) 8 (2): 243-250.

5) Bandler, R., Grinder, J. (1979). Frogs into Princes: Neuro Linguistic Programming. Moab, UT: Real People Press. pp. 149(pp.15,24, 30, 45,52).

6) https://en.wikipedia.org/wiki/Methods_of_neuro-linguistic_programming

7) http://www.creartecoaching.com/el-metamodelo/

8) Roderique-Davies, G. (2009). «Neuro-linguistic programming: Cargo cult psychology?«. Journal of Applied Research in Higher Education 1 (2): 58-11.

9) Beyerstein, B.L (1990). «Brainscams: Neuromythologies of the New Age». International Journal of Mental Health 19 (3): 27–36 (27).

10) https://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_Esalen

11) http://dl.wecouncil.com/Serf/SerfWeb/User157/L%26C/LC%20old/Case%202-NLP.pdf

12) http://psycnet.apa.org/index.cfm?fa=buy.optionToBuy&id=1987-11411-001

13) Tomasz Witkowski: Thirty-Five Years of Research on Neuro-Linguistic Programmin. NLP Research Data Base. State of the Art or Pseudoscientific Decoration?, Polish Psychological Bulletin, 2010, vol 41 (2), s. 58-66.

14) Barrett, David V. (1998). Sects, Cults and Alternative Religions: A World Survey and Sourcebook. Singapore: Blandford Press.

15) Hammer, Olav; Rothstein, Mikael, eds. (2012). The Cambridge Companion to New Religious Movements (1st ed.). Cambridge: Cambridge University Press. p. 247.

16) https://entrevistasdepnl.wordpress.com/richard-bandler-interview-entrevista/

17) http://trastorno-del-lenguaje-infantil.blogspot.com/2012/08/pnl-que-es.html

18) https://autismoinfo.wordpress.com/2012/05/18/tratamiento-del-autismo/

19) Sharpley, Christopher .F. (1984). «Predicate matching in NLP: a review of research on the preferred representational system.». Journal of Counseling Psychology (31): 238-48.

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