Se conocen como Flores de Bach a una serie de preparados de esencias florales que, potenciados con luz solar y mezclados con brandy y agua, tendrían el poder de tratar estados anímicos concretos y sanar de manera indirecta al individuo.
¿Qué son?
Se conocen como Flores de Bach a ciertos preparados de brandy, agua mineral y esencias florales, los cuales adquirirían su poder de sanación gracias a la exposición solar y tras ser diluidos. Según sus practicantes los estados emocionales negativos, cuando se alargan en el tiempo, terminan por debilitar el sistema inmunológico y con ello favorecen la aparición de enfermedades. Según su teoría la gran mayoría de enfermedades surgirían por ese proceso y las Flores de Bach trabajarían el campo emocional de las personas para restablecer el sistema inmune y la salud global.
Según sus practicantes existen 38 flores que tienen propiedades curativas sobre el campo emocional, las cuales se pueden combinar en función de qué se desea conseguir y sin superar el número de siete flores en un mismo remedio. Algunos ejemplos de estas plantas y sus propiedades serían el chopo temblón (Populus tremula) para tratar el miedo a lo sobrenatural, el manzano silvestre (Malus sylvestris) para el terror a estar sucio o a ser impuro, la aliaga (Ulex parviflorus) para cuando se ha perdido la esperanza o el castaño blanco (Aesculus hippocastanum) para el exceso de diálogo interno [1].
¿Quién inventó las Flores de Bach?
Edward Bach fue un médico inglés nacido a finales del siglo XIX que, después de explorar el mundo de la homeopatía, propuso un tratamiento ligado a los preparados de esencias florales. Esta práctica ahora lleva su nombre pero, ¿tenía evidencias o resultados que avalaran sus teorías?
¿Funcionan realmente?
Para hablar de las Flores de Bach es importante aclarar dos puntos. En primer lugar esta terapia no explica ningún mecanismo de acción mediante el cual las esencias de plantas puedan tratar de forma tan específica cosas como el fanatismo —según sus practicantes sería posible con la flor de la verbena (Verbena officinalis)—. Es decir, si quisiéramos analizar si su mecanismo de acción puede funcionar no podríamos decir gran cosa porque no proponen ninguno. En segundo lugar y aunque lo anterior sea cierto, sí que podemos hablar sobre una de las bases mediante la cual preparan sus remedios: la homeopatía. Resumiéndolo mucho podemos decir que aunque las Flores de Bach no son estrictamente homeopatía, sí que utilizan algunos de sus principios (cómo que un compuesto altamente diluido y sin moléculas de principio activo puede sanar al paciente). Estos postulados no tienen ninguna base científica y recomendamos consultar el apartado de nuestra web dedicado a la homeopatía para tener más información.
Una vez visto esto, ¿existen evidencias de que las Flores de Bach puedan mejorar la salud? La comunidad científica está de acuerdo en que no. En primer lugar los remedios no fueron elegidos con ningún criterio médico real por lo que no hay evidencias de que Bach no estuviera haciéndolo al azar o guiado por motivos equivocados. Además todas los datos científicos acumulados sobre el origen de las enfermedades contradicen los postulados de Bach. Sí, es cierto que el estado anímico de las personas afecta a su estado de salud o enfermedad —el efecto placebo demuestra que cuando a un paciente se le trata bien sus posibilidades de recuperación mejoran—, pero eso es muy diferente a suponer que el estado anímico de las personas es el origen de la enfermedad. Un ejemplo podrían ser los trastornos mentales ya que no tienen un origen único, siendo factores decisivos el estilo de vida del paciente [2], la genética [3], el uso de drogas [4], la degeneración producto de la edad [5], sustancias químicas diversas [6] y otros muchos desencadenantes entre los que sí que podríamos encontrar el estado anímico. En otros casos como la diabetes o el cáncer es excesivamente arriesgado y carente de pruebas hablar de una relación directa del estado anímico y el desarrollo de la enfermedad.
Por si todo esto fuera poco una revisión sistemática de artículos científicos publicados sobre las Flores de Bach desvela una realidad objetiva: no tienen ningún poder terapéutico más allá del efecto placebo, es decir, de hacerte sentir bien porque crees que te están tratando [7].
Conclusión
La Flores de Bach carecen de una explicación sobre cómo funcionan, por qué se utilizan esos remedios y no otros, por qué pueden tratar problemas tan diversos o por qué utilizan técnicas ligadas a la homeopatía cuando estas no funcionan. Todos los artículos científicos sometidos a exámenes rigurosos afirman que las Flores de Bach no tienen ningún valor terapéutico y todo esto nos lleva a una conclusión clara: esta pseudoterapia puede ser peligrosa cuando se vende como remedio ya que puede llevar al abandono de una terapia real.
Texto escrito por Fernando Cervera Rodríguez, licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia y máster en Aproximaciones moleculares en ciencias de la salud.
Referencias:
[1] http://www.vidanaturalia.com/flores-de-bach-que-son-y-para-que-sirven-las-flores-de-bach/
[2] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/935292
[3] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2336116/
[4] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24704148
[5] http://www.neurology.org/content/32/2/164.short
[6] http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1551-7411(15)00116-3